martes, 14 de agosto de 2012

SEMIEMANCIPACIÓN FORZOSA

Así, tal cual suena. Las notas para entrar en medicina van en continuo incremento cada año, y éste como no, se han vuelto a batir todos los récords. No os voy a aburrir con notas y listas de espera, el caso es que no he conseguido entrar en mi ciudad pero sí en otra próxima, por lo que me veo obligado a una semiemancipación. Es decir,  entre semana, de lunes a viernes, estaré viviendo en una residencia universitaria, fuera de la casa en la que llevo 18 años, y los viernes por la tarde volveré para pasar el fin de semana.

Con esta semiemancipación voy a ser más autónomo, más independiente y me tendré que organizar la vida. La residencia está muy bien porque está muy cerca de la facultad y tiene todo lo que puede tener una casa pero en una sola habitación. Es como una minihabitación de hotel; tiene minifregadero, minifogones, mininevera, miniencimera, minibaño, microondas, cama y una maximesa con silla. Tendré que hacerme la cena y a veces la comida, encargarme de la limpieza y... ¿ya está? ¡Pués tampoco será tan complicado! Bueno, eso habrá que verlo... También tiene zonas comunes: un comedor, un gimnasio, salas de estudio, salas de TV, etc. El fallo más gordo es que no tiene WI-FI y no hay ningún vecino cerca, solo hay por internet por cable y además muy caro.

Pero va a ser toda una experiencia, no sé si más buena o menos mala, pero importante seguro. Lo malo es que durará seis largos años y eso me da un poco de miedo, el estar tanto tiempo fuera de casa, de mi familia, de mis amigos, lo bueno es que debido a la cercanía podré volver a casa todos los fines de semana, cosa que muchos otros estudiantes en mi misma situación pero en otras ciudades más distanciadas no pueden hacer o tiene que gastarse un dineral en transporte, así que dentro de lo que cabe he tenido suerte.

Mi abuela me dice que todavía queda un resquicio de esperanza para entrar en mi ciudad, pero las abuelas son capaces de agarrarse a un clavo ardiendo, porque teniendo a 300 personas por delante para 70 plazas que quedan, que entre está un poco complicado. Aunque cosas más raras se han visto, porque la demanda de estudiar medicina supera abismalmente la oferta y desde junio hasta septiembre se produce un baile de alumnos entre las distintas comunidades autónomas y si a eso le añadimos las personas que hacen la preinscripción en varias ccaa el proceso se relentiza. Bueno, voy a contagiarme del optimismo ciego de mi abuela y esperar a ver que pasa en septiembre con las nuevas listas.

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