Así, tal cual suena. Las notas para entrar en medicina van en continuo
incremento cada año, y éste como no, se han vuelto a batir todos los
récords. No os voy a aburrir con notas y listas de espera, el caso es
que no he conseguido entrar en mi ciudad pero sí en otra próxima, por lo
que me veo obligado a una semiemancipación. Es decir, entre semana, de
lunes a viernes, estaré viviendo en una residencia universitaria, fuera
de la casa en la que llevo 18 años, y los viernes por la tarde volveré
para pasar el fin de semana.
Con esta semiemancipación voy a ser más autónomo, más
independiente y me tendré que organizar la vida. La residencia está muy
bien porque está muy cerca de la facultad y tiene todo lo que puede
tener una casa pero en una sola habitación. Es como una minihabitación
de hotel; tiene minifregadero, minifogones, mininevera, miniencimera,
minibaño, microondas, cama y una maximesa con silla. Tendré que hacerme
la cena y a veces la comida, encargarme de la limpieza y... ¿ya está?
¡Pués tampoco será tan complicado! Bueno, eso habrá que verlo... También tiene zonas comunes: un comedor, un gimnasio, salas de estudio, salas de TV, etc. El fallo más gordo es que no tiene WI-FI y no hay ningún vecino cerca, solo hay por internet por cable y además muy caro.
Pero va a ser toda una experiencia, no sé si más buena o menos mala,
pero importante seguro. Lo malo es que durará seis largos años y eso me da un
poco de miedo, el estar tanto tiempo fuera de casa, de mi familia, de
mis amigos, lo bueno es que debido a la cercanía podré volver a casa todos los
fines de semana, cosa que muchos otros estudiantes en mi misma situación pero en otras ciudades más distanciadas no
pueden hacer o tiene que gastarse un dineral en transporte, así que dentro de lo que cabe he tenido suerte.
Mi abuela me dice que todavía queda un resquicio de esperanza
para entrar en mi ciudad, pero las abuelas son capaces de agarrarse a un
clavo ardiendo, porque teniendo a 300 personas por delante para 70
plazas que quedan, que entre está un poco complicado. Aunque cosas más raras se han
visto, porque la demanda de estudiar medicina supera abismalmente la
oferta y desde junio hasta septiembre se produce un baile de alumnos
entre las distintas comunidades autónomas y si a eso le añadimos las
personas que hacen la preinscripción en varias ccaa el proceso se
relentiza. Bueno, voy a contagiarme del optimismo ciego de mi abuela y
esperar a ver que pasa en septiembre con las nuevas listas.
Enhorabuena!
ResponderEliminar